miércoles, 30 de noviembre de 2016

Como prevenir aludes



Existen numerosas formas de prevenir un alud mediante procesos muy sencillos:

Test del bastón: consiste en clavar el bastón para comprobar la dureza y el espesor de la nieve.

Si la primera capa es blanda y luego encontramos una capa dura, probablemente nos encontramos con nieve reciente o de fusión. Por tanto, hay que considerar el espesor de esta capa blanda en función de la pendiente que presenta la montaña.

· Si la primera capa es dura y por debajo hay una capa débil, nos encontramos ante una posible placa, y por lo tanto estamos ante una situación inestable.

· Si la dureza aumenta a medida que vamos clavando el bastón, nos encontramos en el caso más estable. Si utilizamos la sonda, podremos comprobar el espesor total del manto nivoso y notaremos mejor las diferentes durezas de las distintas capas.
Test de la vertiente: consiste en colocarse en una ladera de unos 30 º/45º haciendo presión con las raquetas o los esquís para comprobar si es estable. Si algo se desplaza, demostrará una gran inestabilidad.
Test de la vuelta maría: consiste en observar si cuando hacemos el giro abriendo traza se abren grietas en el triángulo de nieve que abrimos.
Test de doble traza: abriendo traza, podemos abrir una segunda uno o dos metros por encima de la primera. La nieve quedará descalzada y es posible que se deslice cuando pasemos por encima o al dar un pequeño salto.
Test de la columna extendida: se trata de recortar perpendicularmente a la pendiente un rectángulo de 30 cm de alto por 90 cm de largo; y con una profundidad máxima de 120 cm. Hay que aislar el bloque y quitar la nieve de los dos lados de 30 cm y del lado de 90 cm que queda en la parte inferior de la pendiente de la montaña. Ponemos la pala sobre el rectángulo, en contacto con la nieve, en uno de los lados del bloque.

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